Como ya hemos recalcado anteriormente, el impuesto de sucesiones es dispar y depende de la Comunidad Autónoma en que se tenga que pagar.
Esto se debe a que las comunidades autónomas tienen la capacidad de bonificar o no dicho impuesto.
Los últimos estudios señalan que en los últimos cuatro años ha aumentado en un 180% el número de familiares que renunciaron a la herencia legítima en Andalucía.
En Asturias, el número de familias que renunciaron a sus herencias aumentó en un 400% en los últimos ocho años.
Este fenómeno no ocurre en otros países europeos, donde dicho impuesto es mucho más bajo y además es igual en todo el país.
En España, al depender de cada comunidad, está provocando que muchas personas trasladen su residencia a comunidades con tasas impositivas mucho menores a las de las comunidades autónomas donde han vivido y trabajado toda su vida.
Casos conocidos son los de Emilio Botín o la Duquesa de Alba, que se empadronaron en Madrid donde el impuestos de sucesiones de padres a hijos es del 1%.